miércoles, 17 de agosto de 2011

Capítulo 7



    
   Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

     Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

(Un clásico que me he permitido compartir aunque muchos nos sepamos estos dos párrafos de memoria y los hayamos repetido hasta el cansancio, creo que la magia del Gran Cronopio se siente intacta en cada palabra del Capítulo 7 - Que sirva de homenaje para todos los cíclopes que dibujan bocas llenas de flores o peces y que no temen temblar uno junto al otro, como una luna en el agua...)

jueves, 11 de agosto de 2011

Instant Butterflies


Porque hay momentos en los que es imprescindible tener pájaros en la cabeza y mariposas en el estómago. Y también viceversa. 


Feliz fin de semana largo y feliz cumple al Punto de G, que esta semana hizo tres años.

lunes, 8 de agosto de 2011

Book rules

¿Lunes Felices?



A propósito de ser lunes me puse a buscar una imagen para ilustrar el blog (sí...este gran abandonado que necesita respiración boca a boca urgentemente) y entre tropecientos JPGs de "I hate Mondays" me tropecé con esto. La primera reacción que tuve fue reírme: ¿happy Mondays? sí claro....¿quién se inventó semejante mentira? Los lunes son de resaca, de cansancio, de pereza ante el reto de los cinco días de papeleo, trámites, reuniones, obligaciones y compromisos que se tienen por delante. La sola perspectiva de un lunes por la mañana amarga la noche de los domingos. Vamos, que es un día nefasto. 


Pero es eso: un día. 


No sé sí esto le pasa a todo el mundo (sospecho que sí) pero a eso de las 15.00 ya el lunes no parece tan fatal. Es como si con cada cosa que vamos haciendo a lo largo del día pinchásemos al monstruo y de pronto ya no parece tan amenazador ni letal. Se pasa la resaca, se encaminan las gestiones, se organizan las obligaciones y con algo de suerte las reuniones salen bien o se cancelan (vale, sí...algunas veces las reuniones también se sufren y terminan por mutar, convirtiéndose en una especie de hydra que nos muerde la voluntad con sus siete cabezas. Pero esas son las menos -por suerte-) El chiste es que el lunes no es más que un mal cotidiano, reiterativo, que nos espanta con una periodicidad exacta a la que ya tendríamos que aprender a torear con cierta elegancia...sobre todo porque al fin y al cabo, un lunes es sinónimo de una nueva semana, de oportunidad,  como tener una hoja en blanco lista para empezar a escribir sobre ella, ya sea una historia diferente o la continuación de alguna que empezó varios lunes atrás. También es buen momento para editar, suprimir y directamente darle al botón de "unfollow" o "block this person" en forma real o metafórica. Los lunes todo está por hacer; y aunque precisamente por eso tienen mala fama quizás esta es la razón por la que deberían ser el día más feliz de la semana. Nada huele tanto a nuevo como un día por estrenar. 


Así que trataré de ser un poco más optimista a partir de ahora e intentaré hacer una lectura medianamente alentadora de los lunes. Y si no funciona no pasa nada. El lunes de la siguiente semana puedo volver a empezar. 


Feliz semana.